This Is It: el último concierto de Michael Jackson que nunca sucedió

La última esperanza de redención artística

En marzo de 2009, Michael Jackson anunció su esperado regreso a los escenarios con una serie de conciertos titulados This Is It. El anuncio fue realizado desde el O2 Arena en Londres, ante miles de fans eufóricos. En sus propias palabras: “Estas serán mis últimas actuaciones en Londres. Cuando digo que esto es todo, quiero decir que esto es todo.”

El plan original incluía 10 conciertos en la capital británica, pero la demanda fue tan abrumadora que se expandió a 50 fechas. Michael se preparaba para lo que prometía ser la gira más espectacular de su carrera, una oportunidad para reencontrarse con su público y dejar atrás años de escándalos, enfermedades y aislamiento.

Un artista obsesionado con la perfección

En los ensayos, Michael demostraba que aún conservaba su genialidad artística. Aunque físicamente más frágil que en décadas anteriores, su visión creativa seguía siendo inquebrantable. Revisaba coreografías, escenografías, arreglos musicales y efectos visuales con un nivel de detalle casi enfermizo.

El documental This Is It, estrenado tras su muerte, muestra un vistazo privilegiado a ese proceso. Lo vemos bromear con los bailarines, corregir con ternura, y soñar despierto sobre cómo debía sentirse el público. Pero también lo vemos agotado, sudoroso, frágil y a ratos ausente.

Mientras el mundo esperaba el gran regreso de Michael, su cuerpo y mente estaban colapsando en silencio.

Problemas internos y una presión insostenible

Tras bastidores, las cosas no iban bien. La producción estaba a cargo de AEG Live, una de las promotoras más grandes del mundo, que había invertido millones en logística y adelantos. El contrato exigía un rendimiento físico y vocal que Michael ya no podía garantizar sin ayuda médica.

Testigos cercanos aseguran que el cantante sufría insomnio crónico, ansiedad, y una dependencia creciente a sedantes y analgésicos. Aunque intentaba mantenerse positivo, la presión de cumplir con las 50 fechas y los compromisos financieros lo angustiaban profundamente.

El equipo médico personal y los organizadores sabían que Michael no estaba en condiciones óptimas, pero el espectáculo debía continuar.

Una muerte que congeló el escenario

El 25 de junio de 2009, a pocas semanas del estreno en Londres, el mundo recibió la noticia: Michael Jackson había muerto en su casa de Los Ángeles. El Rey del Pop no subiría más a un escenario. This Is It se convirtió en el concierto que nunca sucedió, un título que pasaría a la historia como símbolo de una promesa rota y un artista agotado.

El documental estrenado meses después mostró lo que pudo haber sido: un show épico, visualmente impactante y musicalmente perfecto. Pero también reveló el enorme esfuerzo físico que exigía a un hombre que ya no podía dar más sin riesgos fatales.