¿Cuando hizo Michael Jackson el moonwalk por primera vez? El paso que cambió la música

¿Cuando hizo Michael Jackson el moonwalk por primera vez? El paso que cambió la música

Un solo movimiento que redefinió la historia del espectáculo

El 25 de marzo de 1983, Michael Jackson no solo bailó, hizo historia. Durante la emisión del especial televisivo Motown 25: Yesterday, Today, Forever, el mundo fue testigo de un momento mágico: por primera vez ante millones de espectadores, Michael ejecutó el moonwalk, un paso que desafía la lógica y parece detener el tiempo.

Ese instante, de apenas unos segundos, marcó un antes y un después en la cultura pop global. Fue más que una coreografía: fue una revelación. El niño prodigio se convirtió en un ser casi sobrenatural. Y el escenario ya no volvió a ser igual.


El contexto: una actuación pensada para romper moldes

Motown 25 era un evento conmemorativo que reunía a las grandes estrellas de la discográfica que impulsó el éxito de los Jackson 5. Michael, ya en plena transformación como solista tras el éxito de Off the Wall, accedió a participar con una condición: actuar en solitario con una canción de su nuevo repertorio.

Eligió Billie Jean, una de las joyas de su álbum Thriller, y preparó una actuación que sería recordada por generaciones. Vestía una chaqueta de lentejuelas negras, guante blanco brillante, pantalones cortos con calcetines blancos y mocasines negros. Todo calculado al milímetro.

Cuando llegó el momento, Michael cantó con una intensidad única… y luego deslizó sus pies hacia atrás, sin mover el resto del cuerpo. El público en vivo quedó en silencio. Millones frente a la televisión no podían entender qué acababan de ver. El moonwalk había nacido en la conciencia colectiva.


El origen del moonwalk: ¿inventado por Michael?

Aunque muchas personas creen que Michael inventó el moonwalk, la realidad es más compleja. Este movimiento ya existía en el mundo del breakdance y la cultura callejera afroamericana desde al menos los años 70. Incluso artistas como Cab Calloway o el mimo francés Marcel Marceau ya habían hecho variaciones del paso décadas antes.

Sin embargo, fue Michael quien lo perfeccionó, lo elevó a una forma de arte y lo convirtió en su sello personal. En entrevistas, él mismo reconocía que lo había aprendido de jóvenes bailarines callejeros, pero que lo había pulido y adaptado a su propio estilo.

Lo que hizo Michael no fue copiar, sino transformar un paso urbano en un símbolo global, ejecutado con una elegancia y sincronía que parecían sobrenaturales.


El impacto inmediato: leyenda instantánea

Tras la transmisión del especial de Motown 25, la imagen del moonwalk recorrió el mundo. Programas de televisión, noticieros y revistas hablaron del nuevo paso de baile que todos querían imitar. Los niños lo practicaban en casa, los artistas intentaban recrearlo y los comediantes lo parodiaban. Pero nadie podía igualarlo.

Más que un truco, el moonwalk se volvió un gesto icónico. Representaba lo imposible, lo mágico, lo inalcanzable. Era un movimiento que desafiaba la gravedad, la lógica y hasta la expectativa del público. A partir de ese momento, cada vez que Michael Jackson aparecía en escena, todos esperaban verlo flotar hacia atrás sin esfuerzo.


El moonwalk como firma personal y símbolo cultural

Con el paso del tiempo, el moonwalk se convirtió en mucho más que una coreografía. Fue la firma coreográfica de Michael Jackson, su forma de decir: “Estoy aquí, soy único, y nadie más puede hacer esto como yo”.

Lo ejecutó en giras internacionales, en entregas de premios, en videoclips y hasta en ensayos. Cada vez que lo hacía, el público estallaba. El paso se volvió sinónimo de él, tanto como su guante blanco, su sombrero fedora o sus gritos vocales inconfundibles.

Pero además, el moonwalk trascendió el escenario. Se convirtió en parte de la cultura popular global. Apareció en películas, videojuegos, parodias, campañas publicitarias y hasta en clases de baile. Hoy, más de cuatro décadas después, sigue siendo uno de los gestos más reconocibles en la historia de la música.


¿Por qué impactó tanto el moonwalk?

El impacto del moonwalk no se debe solo a su estética, sino a lo que representa emocionalmente. En medio de una época dominada por el exceso, el ego y la competencia, Michael apareció deslizándose con una suavidad imposible, con una elegancia que sugería otra dimensión.

El paso reflejaba su obsesión con la perfección, su amor por la danza, y su capacidad para fusionar lo técnico con lo emocional. Verlo ejecutar el moonwalk era como presenciar un truco de magia… pero sin trucos. Solo talento, práctica y visión artística.


Conclusión: el día que Michael flotó hacia la eternidad

Michael Jackson hizo el moonwalk por primera vez en televisión en 1983, pero ese momento quedó grabado en la memoria colectiva como el nacimiento de un mito moderno. A partir de ahí, no fue solo un cantante o un bailarín: fue un fenómeno global, un artista que parecía desafiar la realidad misma.

Ese deslizamiento hacia atrás, tan breve y tan preciso, condensó en segundos todo lo que era Michael: misterio, genio, innovación y magia. Porque ese día, sobre un escenario y bajo los focos, el Rey del Pop empezó a flotar… y nunca volvió a tocar el suelo del todo.

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